10 abril 2012

una receta de cordero y un poema del alma









Desde el futuro

tus sueños acuden suaves a mi silencio

renovando mi amor y mis anhelos

desde el silencio

mis manos construyen momentos

y mis dedos olvidan tu ausencia

desde la nada

acuden a mí tus palabras

escribiendo las tardes y sus reflejos

desde tus entrañas

suben hasta mis ojos tus lágrimas

llenando mis días de ti

desde la noche negra

encienden los sueños sus luces

llenando de sentido mis días

desde tu ser mujer

enamorada y compañera

lleno mi camino de cantos

y mis amaneceres de luz.



Para aprovechar las sobras de cordero asado.

Pimientos rellenos de cordero asado

En vez de rellenar los pimientos con carne picada y besamel, esta vez los vamos a rellenar de carne de cordero asado y vamos a elegir unos pimientos del piquillo verdes. Preparamos los pimientos verdes que nos venden ya asados, sofriéndolos un poco más en la sartén, con sal y azúcar (así les quitamos un poco más la acidez). Desmenuzamos el cordero asado que nos ha sobrado y lo mezclamos con un poco de salsa de azafrán (colocamos un poco de cebolla, puerro, ajo y pimiento verde, lo pochamos bien y le añadimos vino blanco y sal con una pizca de nata líquida, además de unas hebras de azafrán). Rellenamos los pimientos y los servimos con la salsa sobrante. El aroma de la salsa hará el resto.

Es una receta alegre y que nos hará aprovechar los restos de cordero que, si no, suelen acabar llenos de grasa y en la basura.

09 abril 2012

Un poema hacia unos ojos













hace tiempo que no escribo unas líneas en un blog que me sirvió en su momento y que, quizá con algo de pena, abandoné por momentos.
Hoy retomo la escritura con un poema, un poema salido de la mirada que observo em quien sufre y en quien mira, con miedo, hacia su futuro incierto.

Ojos que miran más allá

más allá de la luna

de la noche y de la nada

de lo que cada uno esconde

y solo asoma cuando lloras

las palabras y los miedos

ojos que quieren saltar

más allá de las fronteras

que nos marcan límites y sendas

ojos que quieren mirar

más allá de las miradas

ojos que quieren pasar

por encima de los ríos

ojos que siempre caminan

al borde de la sombra y sienten

que tiemblan los costados del camino

ojos que reflejan su ser

en otros ojos más viejos

y buscan paz y sosiego

en las manos y en la piel

de quien se queda callado

a tu lado y deja su sombra

para cuidar tu reposo

ojos que saltan y van

dejando huellas de miedo

entre las rocas del río

y las piedras del camino

ojos que siempre dirán

la verdad de sus miradas

la esencia de lo que lloran

y la voz de lo que callan

ojos que siempre estarán

llenando tu corazón de ganas

de seguir soñando sueños

de andar con algo más de calma

ojos que buscan consuelo

en otros ojos y saben

encontrar sosiego y paz

para seguir mirando adelante.


Espero, si la necesidad de escribir sigue llamando a mis manos, contaros algunas recetas... que dejar de escribir es fácil, pero dejar de cocinar y aprender es otra cosa.

Un abrazo