27 septiembre 2008

ojos inmigrantes

Nos hemos cruzado en el camino
en una calle sin prisa
entre piedras que llevan siglos allí
he mirado tus ojos
verdes como el mar que cruzaste
verde como el futuro que esperabas encontrar
he mirado tu piel
negra como el pasado que dejaste atrás
has bajado la cabeza
mirabas al suelo
te he sonreído con ánimo de ser tierno
de dejar en tu camino un atisbo de acogida
has levantado otra vez los ojos
agua de mar enmarcada en tu negra piel
has sonreído
he intuido tras tu mirada
miedo al futuro incierto y gris
sombras de mucha gente
que se quedó en el camino
imágenes de despedidas
llenas de esperanza
amagos de arrepentirse
de volver a desandar lo andado
he sentido todo mi dolor
de ver a gente rechazando
tu mirada y tu presencia
de olvidos de nuestro pasado
emigrando a mil lugares
se han llenado mis ojos de rabia
al oír las expresiones
dolorosas del rechazo
por ignorancia o por miedo
me he quedado con las ganas
de tenderte una mano y ver
el color de tu piel en la mía
de mezclar nuestros pasados
de sentir todos tus miedos
de que sientas
lo que tiemblan mis andamios
me he quedado con las ganas
de decirte mil palabras
has pasado sonriendo


espero que tu sonrisa
haya recogido la ternura
que brotaba de mis ojos
espero que la vida llene
tu mirada verde
de futuro esperanzado
mientras mantienes tu piel
sumergiéndose en la noche.

Un abrazo que os trasmita ternura mientras arreglamos el equilibrio entre lo que tenemos y lo que necesitan otros. Que la semana os permita cruzaros con ojos acogedores.

20 septiembre 2008

Carpe diem, hasta en el trabajo

MENÚ PARA SIBARITAS Y/O COCINAR PARA LOS AMIGOS

Diseñar una comida, planificar las compras y la preparación de los platos, elegir los vinos, comprar, preparar (trocear, pochar, mezclar…), poner en la mesa… la verdad es que son bastantes las tareas que hay realizar antes de sentarte a la mesa con los, en este caso, compañeros/as de trabajo y, a pesar de ello, medio amigos y amigas.

Todos esos trabajos, denostados por unos o despreciados por otros por su baja eficiencia, se ven gratificados y recompensados uno a cinco cuando las sonrisas de amistad, las palabras de agradecimiento y las caras de satisfacción van haciendo presencia alrededor de la misma mesa donde se ven cómo poco a poco van desapareciendo los ingredientes con tanto mimo y cuidado preparados.



Vaya este menú como una reivindicación del trabajo no remunerado con el vil metal, (que también) sino con unas caras de gusto gastronómico in crescendo desde los entremeses hasta el postre.

MENÚ ALAVESICO Y DE LOS ALREDEDORES


ENTRANTES:

Ensalada de berros con gulas (Los berros se recogían en las fuentes o lavaderos de la provincia: los últimos los cogimos en Ribera de Valderejo, los de hoy, cerca de Crispijana, en cualquier centro comercial. Las gulas ya no son de Aguinaga).

Jugo de tomate con anchoa y aceituna negra. (los tomates son de Antezana de Foronda, las anchoas y las aceitunas nos ha costado más encontrarlas, por allá, cerca del Ebro unas y en Lekeitio otras).

Tomate de la llanada (aliñado en este caso con aceite de Lantziego y sal de Salinas de Leniz)

Capricho de micuit de pato sobre cebolla caramelizada al whiskie (cebollas de la llanada caramelizadas al whiskie con foie de más allá de los Pirineos. Combinamos la cebolla caliente con el foie helado)

Pimientos rojos y verdes rellenos de rabo (los rabos de buey, ese animal amigo de la vaca, pero solo amigo, se encuentran por toda la provincia. Los pimientos en este caso nos vienen del sur de Navarra).

PLATO CENTRAL:

Pescado a la plancha con acompañamiento verde y negro. (Lo que haya ese día en el mercado, fresco, muy muy fresco y lo acompañaremos con lechuga riojana y una salsa de aceite, aceitunas negras y acetto de modena)


POSTRE:

Delicias de Urkabuztaiz.

Todo ello regado con unos caldos de la Rioja Alavesa que en este caso y para seguir aprendiendo del tema, han sido:

Crianza Campillo 2002
Reserva Erremelluri 2001
Valserrano reserva 2001
Blanco fermentado en barrica Piérola 2004
Sólo quiero pedirle al tiempo o a los dioses que corresponda, que nos deje seguir disfrutando de estos momentos y lanzar brindis sin medida que reflejen la vida que se esconde bajo nuestra piel.
Va por ti, terri: Carpe diem, hasta en el trabajo.

06 septiembre 2008

a los ojos tristes de mi mujer

Cuando las palabras no saben
dar lo que necesitas
cuando las manos no pueden
decir lo que esperas
cuando el latido lejano no se escucha
cuando el ruido del viento
apaga la voz
sólo queda mirar a los ojos
traspasar la cortina que dejaron las lágrimas
y dejar un suave beso en la memoria
que entregue la ayuda esperada
que mantenga viva la palabra necesitada
que sienta el latido emocionado
que cante más alto que el viento
mirada de ojos algo cansados
pero mirada enamorada.

Cuando el tiempo de la vida se nos escurre entre las manos, a veces tiene un lento caminar bajo las nubes oscuras de circunstancias amargas, a veces corre veloz bajo el cielo radiante de momentos felices o noches mirando las estrellas con el calor de un cuerpo cercano. Cuando se nos hace difícil hablar, cuando las manos están atadas, cuando nos cuesta la cercanía, siempre nos queda la mirada. No olvidemos que a veces los ojos son los únicos que pueden hablar y dar.

Unas veces trasmiten la alegría desbordada y compartida, riendo como ríen las ventanas llenas de flores de colores, otras, compasión y consuelo de miradas serenas y otras veces, lloran lágrimas imaginarias, queriendo cubrir de ternura fiel el dolor que contemplan en otros ojos.

Para acompañar esta mirada poética, voy a completarlo con algo más material, pero también necesario y voy a proponeros un menú sencillo y muy rico:
Ensalada de canónigos y gulas:
Ingredientes:

Una bolsa de canónigos.
Gulas
Aceite, ajo y pimiento seco.
Preparación:
Colocamos los canónigos o berros en una ensaladera y los sazonamos con sal y aceite. Las gulas las hacemos en una sartén. Primero troceamos el ajo en láminas finas y unas tiras de pimiento seco y cuando el ajo esté dorado, añadimos las gulas friéndolas durante unos dos minutos.
Servimos colocando las gulas encima de los canónigos.

Pimientos rellenos de morcilla sobre salsa de pimiento verde:
Ingredientes:

Para la salsa:
Pimiento verde, cebolla, ajo y nata o leche.
Pimientos rojos o verdes para rellenar.
Morcilla de arroz.
Huevos

Preparación:
Salsa: troceamos el pimiento verde y la cebolla, añadimos el ajo y lo pochamos bien en una sartén. Lo pasamos por el chino y añadimos leche o nata hasta conseguir la consistencia que nos guste.
Pimientos: sacamos el relleno de la morcilla y añadimos un par de huevos para que por dentro quede más fina, friéndolo un minuto. Rellenamos los pimientos y los pasamos por la sartén para que estén tiernos.

Como decía una ensayista americana: “Un amigo es uno que lo sabe casi todo de ti y a pesar de ello te quiere”. Aunque el poema es para mi mujer, el mensaje y el menú podéis aprovecharlo los y las que pasais por el blog. Que tengáis una buena semana.