05 noviembre 2006

Perderse en el monte


A veces mi alma sueña con perderse en el monte, pero no puedo huir, estoy atado a mi lugar aquí y ahora. Dejar ensoñar al alma en sus montes y paisajes recordados, como esta ermita en Pirineos, como los momentos atados a esa imagen: las estrellas en plena noche de verano, ver amanecer con mis dos hijas, un beso viendo atardecer, un cuento escenificado en los alrededores...
Son muchos los recuerdos que suavizan el presente con la dorada pátina del pasado, quizás idealizado, y nos animan a seguir caminando hacia el incierto futuro.
Espero seguir escribiendo otro día, con algo más de optimismo en el alma.
Modesto, 5 de noviembre de 2006.