14 mayo 2007

Una tradición o curiosidad de nuestro pueblo: los txokos o sociedades gastronómicas.




Cuando ya hace 20 años, un 23 de abril, vine a vivir a esta casa que habito con gozoso delirio, y con toda mi familia, la familia la formábamos 16 personas entre mis hermanos, los de mi mujer y los padres, que aún vivían. No fue difícil montar una gran mesa en el salón (desmontable, por supuesto) y celebrar allí las ocasiones que así lo requerían: cumpleaños, sobre todo y cualquier otro motivo, que cuando tenemos ganas de celebrar, no necesitamos grandes excusas.

Fueron llegando los niños y las niñas, se casaron o arrejuntaron los hermanos que faltaban y, pasados unos pocos años, ya no había forma humana de entrar todos en el salón( Ahora somos 42). Comentando el tema con otros amigos, vimos claro que el modelo de txoko o sociedad (lugar donde cocinar y comer, amén de pasar unos buenos ratos charlando o jugando a las cartas) nos ofrecía grandes posibilidades. Antes las sociedades eran sólo masculinas y bastante misóginas, ahora hay muchas que son mixtas, como la nuestra, los socios y socias somos los dos miembros de la pareja sin distinciones (qué vergüenza que todavía lo tenga que explicar).

Así que nos pusimos a buscar un local, a encontrar socios y socias con los que compartir los gastos y el resultado es la foto que tenéis arriba (es el comedor grande). Es un local de 85 metros con cocina, y dos comedores, además de los baños y la despensa. Hoy somos 20 parejas de socios.

El funcionamiento es muy sencillo: pagamos una cuota al mes para mantenimiento y a los productos que se consumen les agregamos un pequeño porcentaje (menos que las tiendas) para mantener la despensa, pagar la luz y a la señora que viene por las mañanas a limpiarlo todo.

Una vez acabada la explicación, viene por qué me interesa comunicaroslo. Siempre me ha parecido una manera fenomenal de tener un espacio grande y bien equipado sin pagarlo sólo uno, que a la mayoría no nos da de sí el sueldo.

Además del espacio físico, a mí particularmente me ha ofrecido la posibilidad de aprender a cocinar muchos platos, de compartir muchos ratos agradables con amigos entrañables y de ofrecer a los amigos la posibilidad de traer a sus familias, sus cuadrillas, celebrar bautizos...

Ahora, el 28 de abril, hizo 15 años desde que la abrimos en 1992. Le pusimos el nombre de ELORRI BELTZA. Por todo ello quiero presentarla y junto a la foto de la mesa que preparé el sábado para mi familia, aparece la mascota o dibujo que preside uno de los comedores. En ella se ven las aficiones de este pueblo: la cocina, la pelota vasca, la música y un bastón para andar por el monte. Como podéis ver es una seta o perretxiko (comestible por supuesto) y junto a él está la planta que nos da nombre: el espino negro o elorri beltza en euskera.

Algo así quisiera que fuera nuestro txoko virtual, al cual sois bienvenidos, a compartir charla y comida. Un abrazo a todos y que aproveche. On egin.