(nana integrada o integral o integrativa...)
MADRE
Duerme, mi niña.
Descansa en mi vientre dolorido
mientras mis manos acunan
tu cuerpo sin tiempo,
mientras mis lágrimas tejen
canciones que arrullen tu alma.
Duerme, mi niña.
Sueña en tus ojos mi piel,
sudorosa y esforzada,
mientras mis palabras secan
tus lágrimas recién aprendidas,
tus llamadas nuevas y llenas
de necesidad de madre.
Duerme, mi niña.
Come mi leche y llena
de esperanzas y de lunas,
tus noches y días nuevos,
de colores de mi sangre,
tus sonrisas y tus manos,
que me buscan, que me sienten.
Duerme mi niña
junto a tu madre cansada,
descansa y sueña.
PADRE
Duerme, mi niña,
duerme mujer,
descansa tu cuerpo dolorido
en el capazo de sentimientos
de mi corazón emocionado.
Quiero tejer una cuna
con lágrimas y palabras tiernas,
para que duerman muy juntas
la niña y la madre solas.
Quiero pintar un regazo
de ternura y emociones,
donde descansen del parto
la madre y la niña nuevas.
He descubierto tus ojos
de luz recién encendida.
Han caído sobre ti,
tiernas y temblorosas,
mis lágrimas de padre enganchado
al cordón indivisible
que nos une y nos mantiene
enlazados de por vida.
He besado tus labios de madre en la mezcla
de dolor y felicidad,
saladas lágrimas bellas
en tus labios de mujer,
entreabiertos al futuro,
en tus brazos tiernos de madre,
compartidos con los míos.
He sido padre.
NIÑO-A
Quiero que me protejas,
que me digas mil canciones
de sabores y colores.
Que me llores y me rías,
que descubras mis sentidos
al mundo que me recibe.
Quiero que me quieras,
con mi cuerpo y mis manitas,
que me cojas y me arrulles,
con suaves y cálidas notas
de canciones y emociones,
mezclados en tu sonrisa,
todo es nuevo.
Quiero que me protejas.