13 diciembre 2006

hoy ha amanecido con mucha luz




hoy ha amanecido con mucha luz.




Aunque la metereología no mande en nuestras vidas, hay días que da gusto abrir la ventana y encontrarse con luz, con mucha luz, como si fuera el presagio de la felicidad que puede entrar en nuestras vidas, como si fuera el inicio de otra subida en este vaivén de felicidades y tristezas, de gozos y preocupaciones en que se convierte la mayoría de nuestras vidas.




La cabeza me dice que puede ser un engaño y yo me dejo engañar. La fría mente no quiere fiarse y quiere esperar a ver si las cosas realmente vienen con mucha luz. El corazón de mis sentimientos se vuelca en el papel y sueña, desea soñar y sentir esta luz que me inunda la casa.




Eterna lucha entre cabeza y corazón, vaivenes donde a veces sube una y baja la otra. Lucha en la que siempre acabo cansado, con una sonrisa de esperanza para otro mañana también luminoso, pero cansado.




Ahora, mientras miro por la ventana y observo cómo la luz lo ilumina todo, disfruto y cargo fuerzas para seguir siendo parte de esa eterna lucha. Quiero seguir viviéndola, aunque me canse.


Mientras espero a que el día se pause y me lance sus vaivenes, gozo de esa luz en mi mirada.


Que todos tengamos un día luminoso.


Un abrazo.




Modesto, 13 de diciembre de 2006

04 diciembre 2006

mi hija Itziar

Quiero escribir unas líneas sobre la maravillosa hija que tengo estudiando en Barcelona. Estoy orgulloso de cómo ha ido organizando su vida, cómo ha ido desarrollando sus estudios y cómo nos hemos entendido desde la lejanía.
Hace mucho tiempo le escribí un poema que, pasados cinco años, sigue vigente y sigue siendo válido, por lo menos para mí.
TE QUIERO MUCHÍSIMO HIJA!
ALABA MAITEA, ZURETZAKO EGINDAKO OLERKIA:

ITZIAR

Despliegas tus alas ansiosas
hermosas viajeras para volar,
surcas los mares sin pensar
que hay más tiempo, más cosas.

Desde mis días de más, mi corazón
quisiera gritarte cuidado
quisiera aplacarte, animado
por el amor, el miedo, la desazón.

Pero la razón me pide, sin cesar
aceptar tu vivir explosivo,
esperar el volar decisivo
de tus alas para no regresar.

Acepta mi miedo protector
acoge mi amor,
respeta la protección
hasta que los cielos vean
cómo despliegas las alas
y vuelas entre las nubes
por encima del bosque,
cómo escapas hacia el futuro
azul entre blancas nubes.

Ojalá encuentres la paz
mientras vuelas y aceleras,
mientras despliegas las alas
en busca de libertad.

Modes. Febrero 2001.

Aunque han pasado cinco años, lo releo y sigo escuchando bien estas letras y la música que le acompaña en mis sentimientos.

Modesto, 4 de diciembre de 2006.

01 diciembre 2006

caminos hacia Itaca




Eterna sala de espera, la nuestra, frente a la resolución de las decisiones que tomamos.
Eterna sala de embarque donde ansiamos salga ya el vuelo que nos plantará en el futuro, en ese futuro incierto que esperamos nos sea favorable.
Como escribía el poeta Kavafis:
"... y, si cuando llegas, la encuentras pobre,
no es que Itaca te haya engañado,
sabrás lo rico que te ha hecho
haciendo el camino,
sabrás qué quieren decir las Itacas."
Y nosotros, persiguiendo nuestra Itaca, volviendo de nuestros viajes diarios, podemos perder el sentido del camino, ansiando llegar al siguiente destino, a que se resuelva ya nuestro último problema.
Por eso, quiero sentarme en esta sala de espera, sin prisa, con un libro, con unos ojos de amigo que me devuelvan la mirada y una mano que me apoye cuando me sienta inquieto. Aunque me entren las prisas por llegar y viajar, no quiero perderme la quietud de estas paradas, quiero reflexionar en ellas y ya llegará el viaje.
Que cada cual, antes de encontrar sus Itacas, encuentre más tiempo en el camino para disfrutar, aprender y compartir el camino.
Un abrazo, Modes.
1 de diciembre de 2006