08 noviembre 2006

mirando crecer los retoños con ternura

Brote que creces aún inseguro
Al calor del verano, entre monte y mar
Sueñas la vida con miedo y, al pensar,
Cincelas la piedra azul del futuro.

Brote que te reflejas en un muro
De protectoras aguas, debes lanzar
Tus hojas más arriba y sobrepasar
Sin miedo el horizonte más duro.

Creer en ti, vivir siendo tú misma
Plántate en tierra firme y grita
Al viento que eres única, preciosa.

Proclama desde arriba tu carisma,
Tu nombre, Miren, el viento repita
Nos llegue fresca tu risa gozosa.

Este poema, escrito a una de mis hijas, me pone en contacto con el recuerdo de los retoños que plantamos juntos, de haya, en la foto y que esperamos ver crecer como crecen mis hijas, con tiempo, a veces con prisa, con dolor otras veces, pero siempre, espero, acompañados de nuestra ternura.

Ternura: es una palabra que aparece mucho últimamente en mi vida, al cuidar a mi hija, a mi madre, y que deberíamos aplicar más a todos los demás que nos rodean. Es una buena medicina cuando no hay demasiadas palabras, cuando es difícil pensar en otras palabras, cuando no sabemos muy bien qué hacer. Espero seguir tejiendo palabras de ternura también para los que no nos ocupan tanto la mente en estos momentos.

Modesto, 8 de noviembre de 2006