21 octubre 2006

pajarillo herido

Pajarillo herido


Hoy he ido al parque a pasear, contemplando las luces que los árboles de otoño deja pasar entre sus hojas y sus ramas, los tonos que el otoño va dibujando en la vegetación. He disfrutado con la vista, el oído, el silencio roto por los cantares de algún pájaro entre las ramas de colores cálidos.

Junto a un árbol, he encontrado un pájaro herido, con el ala estropeada por algún caprichoso golpe de viento. A su alrededor, los demás pájaros saltaban, subían y bajaban, mientras él trataba de arreglar su ala estropeada, con su pico, con el calor entre las hojas de otoño y bajo el árbol protector.

He seguido paseando y, al volver, he vuelto a ver al pájaro, intentando sus primeros vuelos y tratando de subir una y otra vez al cielo. Cada vez lo conseguía un poco mejor y su ala parecía fortalecerse algo más. Al final ha volado, ha recorrido la distancia entre el suelo y el árbol más cercano, una rama baja. Después ha saltado de esa rama a otra más alta de otro árbol y a otro árbol. Al final lo he perdido de vista.

Que tengas suerte pajarillo y no tengas más malos golpes de viento que te estropeen las alas. Vuela alto.
Modesto. 21 de octubre de 2006 (para Miren)

una cita culinaria enviada por Javi y la receta de la semana: langostinos al horno.

"Hay pueblos que tienen apetito y no tienen qué comer,
hay pueblos que tiene comida en abundancia y no tienen apetito,
los vascos tenemos ambos, loado sea Dios"
LANGOSTINOS AL HORNO

Pónganse los langostos con las patas para arriba, uno en cada dirección (cabeza con cola).
Después de salar, añádanse los tres líquidos: buena chorrotada de wiskie, zumo de limón y aceite con ajitos sofrito previamente.
Luego los tres sólidos: perejil, pimienta blanca molida (espolvorear con las yemas de los dedos para evitar que se concentre demasiado) y colocar unas bolas de mantequilla cada seis centrímetos.
Poner el horno a media temperatura después de haberlo calentado bien y esperar a que se les ponga tiesa (la cola) como producto del calor y que cojan un tono dorado.
Enseñar la maravilla de presentación y después revolver bien para que coja sabor.
Servir y comer.
On egin. Agur bero bat eta eguna ondo pasa.

cometas perro niño (una buena combinación)



Este es lur, nuestro perro y hoy ha ido al parque a jugar con Beñat y conmigo.
Es un buen perro y es un buen hijo.
Modesto 21 octubre 2006

a volar, cometas o sueños.

vuelos
Volar ha sido siempre un sueño, una metáfora para acceder a mundos desconocidos para nosotros. Dicen que cambió la prespectiva de nuestra visión del mundoq ue nos rodea, desde que pudimos ver el mundo desde arriba. Los campos de trigales y viñas son muy diferentes vistas desde el aire.
La libertad, ansiada siempre por los poetas y los escritores, se ha expresado con mil metáforas y mil modos, pero con el denominador común es el ansia de desatarnos de la ley que nos mantine anclados al suelo y de la que quisiéramos liberarnos, como de otras mil ataduras físicas que no nos dejan hacer lo que queremos.
Escena de la obra de teatro "historia de mi vivir (teatro para sentir):
Los actores: Modes y una joven.
En el rectángulo, sentados uno frente a la otra, se encuentran y se dan las manos.

Modes: ¡Qué bien se está aquí! ¡Qué plenitud verme contigo charlando desde los ojos!

Joven: Quiero volar, quiero cruzar cielos nuevos, donde los paisajes cambian, donde los ríos rápidos bajen desde los montes y yo los siga, donde bajo la sombra de otros árboles y de otros bosques, aprenda nuevas canciones y viva nuevos papeles con otros actores.

Modes: Vuela libre, hija, vuela alto. Disfruta de los paisajes, de los ríos, de los valles, de las sombras y de lo que encuentres.

Modes se abraza con ternura la joven.

Modes: Pero no olvides nunca que este rectángulo existe, que puedes volver, que puedes volver cuando quieras y, cuando vuelvas, me encontrarás esperando, en mi intimidad, para compartir contigo conversación y mesa, canciones nuevas y viejas, algún consejo de viejo y la ilusión de saberte creciendo libre y volando alto.

Joven: Puedo pegarme algún golpe, por volar tan alto.

Modes: Es igual. Siempre tendrás este espacio y estaremos tu madre y yo para esperarte.

Joven: Gracias aita.

Despedir nuevos vuelos y desear que los hojos-as vuelen alto. Es un deseo para todos los padres y madres.

Un abrazo. Modesto 21 octubre 2006