30 noviembre 2006

sentimientos y pensamientos

NECESARIA




Necesaria
como el agua que anegando
mis orillas y mis miedos
limpia lo que encuentra y deja
plenitud de fuente fresca.

Como la belleza que llena
mis ojos y mis entrañas
cuando veo tu mirada sana
tu esperanza anidando en ella.

Como la luz que amanece
mi futuro y mis mañanas
mientras sueño junto al fuego
días sin cuento y espero,
yo te siento necesaria.

Como el aire que respiro
como el pan que me alimenta
como el libro en el que leo
como los niños a los que quiero
como el verde de mis montes
como el azul encima
yo te siento necesaria.

Como el llanto cuando recuerdo
a los que ya no me acompañan
como el alumno que espera
mi cariño y mi mirada
como la charla de amigos
que me renueva y me carga
yo te siento necesaria.


Como contarte mis miedos
como aprender a quererte
como seguir aprendiendo
hasta que se me vaya el alma
yo te siento necesaria.

Como el volar incesante
de un pájaro a su nidada
como el mirar de una madre
perdonando una y otra trastada
como el brillo de esa flor
que soñamos de pequeños
y rompemos al crecer
yo te siento necesaria.

Como si al quererte
ya fueras parte de mí
y entenderme sin quererte
imposible quimera fuera
yo te siento necesaria.

He recuperado este poema por el apoyo que recibo en estos momentos, sobre todo de Maika.

Desde hace días las preocupaciones parecen oscurecer la luz del pensamiento, mediante repetidos e infinitos diálogos que intentan superar los momentos de pena, de rabia, de angustia por no encontrar las soluciones a los problemas que me rodean, a las situciones que me inquietan y ante las que me siento impotente.
Corro y corro en busca de soluciones, pero apenas tengo tiempo para pausar mi sentir, para sentir lo que siento y tengo que hacer un esfuerzo, pararme, apartar los pensamientos en cadena y pensar, ¿Qué estaría yo sintiendo si no estuviera mi cabeza tan ocupada?
A veces logro serenar y sentir la pena, la trizteza, la rabia y palpo la esperanza de que van a llegar épocas donde las angustias no se agolpen bajo mi ventana. Manetngo esa esperanza encendida para poder seguir adelante, para poder levantarme una vez más y seguir buscando soluciones, y sobre todo, seguir sintiendo lo que siento, sin apartar en la actividad mi sentir.
Volcar aquí las palabras también es una manera de reafirmar esta lucha diaria.

Un abrazo, Modes.
30 de noviembre de 2006