19 junio 2007

Inventar cada día una ensalada y un poema


Mi propuesta, glotones y queridos lectores, es una propuesta que reinvindica la imaginación como elemento fundamental de la ensalada.
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Ensalada, ahora que cambiamos de estación:
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Ingredientes:
Imaginación.
Patata cocida
lechuga
queso fresco
tomate
huevo cocido
espárragos
aceite. vinagre y sal.
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Preparación:
Colocamos la base de lechuga, aceitamos un poco (que si no no le llega la gracia a lo verde), después los demás ingredientes y preparamos el aliño en un vaso aparte (aceite, vinagre normal, sal y unas gotas de vinagre de módena) para aliñar en los platos. Si aliñásemos en la fuente, lo que sobre se va perdiendo para la noche.
Como véis, no es nada complicado y podemos
jugar día a día con:
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1- Las/los vinagres: de manzana, de jerez, de vino blanco, de champán... o sazonadas con ajo, estragón...
2- Elementos diferentes: remolacha roja, escarola, canónigos, rábanos, chatcka, aceitunas...
3- Aprovechar, si nos ha sobrado, una pechuga de pollo, unas tajadas de pescado...
4- Si el día nos vive sin demasiado calor, (o vivimos en el cambio al invierno), podemos calentar unos calamares en su tinta, una lata de pulpo, unas gulas... y colocarlas por encima haciendo una ensalada templada.
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De todas formas, mi propuesta para esta semana es:
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A- Colocar en platillos o cuencos cada ingrediente de manera individual.
B- Cada comensal se prepara su ensalada en su plato.
C- Aliñar en los platos de tal manera que los no utilizado siga bien para el día siguiente.

Para después de disfrutar una ensalada en buena compañía, os dejo un secreto: para conquistar a la mujer que comparte conmigo cuitas, hijos, casa, emociones y amoríos, he preparado muchas cenas y le he dedicado unos cuantos poemas. Aquí os dejo uno de ellos:
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Tul de deseos

Déjame que mire a través de tu piel,
que te envuelva en el tul de mis deseos.


Al amanecer
descubrir tu tono suave
y decir con la primera luz
reflejada en tu perfil,
que el amor ya superó
la negrura de la noche.

Déjame que mire a través de tu piel,
que te envuelva en el tul de mis deseos.


Al ver ese sol
en lo alto de tu cielo
reflejar tu calor
y brillar en tu voz
la canción y el sudor
trabajando codo a codo.

Déjame que mire a través de tu piel,
que te envuelva en el tul de mis deseos.


Al atardecer
recogiendo ya el baúl
de lo hecho junto a ti
dando tiempo de nuevo al sol
a reflejar su último rayo
en tu mirada azul.

Déjame que mire a través de tu piel,
que te envuelva en el tul de mis deseos.


Al anochecer
envolviendo entre mis dedos
tus angustias y tus miedos
y dejando yo en tu piel
mis miedos y mis anhelos.
Y como cada día nuevo,

Déjame que mire a través de tu piel,
que te envuelva en el tul de mis deseos.