23 noviembre 2008

La importancia de mantener los ojos abiertos

Estuve viendo la exposición de Sorolla con los cuadros que pintó para la Hispanic Society de Nueva York. No soy ningún entendido en pintura, pero aprecio los colores y la luz y me gustó pasear entre los paisajes pintados en los cuadros, pero lo que más asombró mi razón aquella mañana fue descubrir cómo había ido seleccionando qué paisajes, qué personajes, qué motivos elegir para representar cada región (el encargo era representar diferentes regiones del estado español).

Me llamó especialmente, por conocerlas, los cuadros que había elegido para Navarra, Aragón, País Vasco y Cataluña. En todos ellos huye de lo tópico, tiene los ojos muy abiertos y encuentra, dentro de esa mirada de finales del XIX, que todavía idealiza la realidad al pintarla, gestos y personas muy reales. Las caras de los navarros me las puedo encontrar hoy si paseo por Isaba, Roncal o el Baztán. La agricultura de Aragón casi la he conocido yo de niño bien avanzado el siglo XX. Para pintar Gipuzcoa plantea el tema de los bolos y el monte cerca del mar. En Cataluña hemos paseado por docenas de pinares que podrían ser el del cuadro…

Me maravilló la capacidad y la importancia de mantener los ojos abiertos, críticos a que no se queden en lo típico que cada región nos muestra o nos trata de vender. Se encendieron todas las luces de mi ansia viajera y ensoñaron mis neuronas viajes repetidos con otros ojos.

Además, la compañía fue un lujo que añadió unos ojos preciosos a esta mirada de disfrute del arte y de la vida de otras personas.
Un abrazo para esta semana lluviosa de noviembre