18 septiembre 2007

poesía prometida

Girlfriends de Gustav Klimt



Como había amenazado en la entrada anterior, esta semana he escrito un par de poemas. El primero, como casi siempre, dedicado a la musa que me inspira, a mi compañera MªCarmen, merecedora, a pesar de los sinsabores que a veces nos da la vida, de mis anhelos más tiernos y más intensos.

La segunda, a mis amigos, a los que tengo a mano en el día a día y me acompañan en el vivir las penas y las alegrías y a los que estáis por ahí y leéis estas letras, especialmente a Evan y Carlos, con sus visitas sin falta y con mucho cariño, a Tanhaüser, que lo necesita en estos momentos dolorosos para él y a todos los que me recordáis con vuestros comentarios. Con los amigos que tengo cerca lo brindaré la semana que viene, en una cena porque sí, porque nos da la gana, porque es imprescindible brindar de vez en cuando con los amigos. Los demás, a pasar envidia o a viajar algún día hasta esta hermosa tierra, que estaremos el dedalus y yo esperando y refrescando el vino.



Anhelo

Anhelo respirar cada suspiro
que brota de tu boca enternecida
ansío calmar cada deseo
que sale de tu entraña milenaria.
Aspiro ser el agua y la sombra
de tus veranos junto al mar,
a ser fuego y calor
para tus inviernos
en el refugio
de mis manos enamoradas,
a pintar de colores mágicos
tus otoños de melancolía,
a provocar cada día en tu alma
sonrisas de primaveras renovadas,
ser sombra que te acompaña
pero ser sombra enamorada.

Anhelo aunar nuestros quereres
mientras la música nos canta.




A mis amigos:

En tus palabras bebo
sabores viejos de sabiduría,
en tus ojos aprendo
colores de tiempo calmado,
en tus abrazos encuentro
remanso para mis cuitas,
en nuestros brindis dejo
mis esperanzas más tiernas.

Quiero beber despacio
vinos sabios de la tierra,
quiero aprender contigo
silencios lentos del tiempo,
quiero encontrar abiertos
tus brazos firmes y tiernos,
quiero brindar sin miedo
por tu amistad, compañero.