16 septiembre 2009

Cien mil entradas


No esperaba yo, allá por marzo de 2006 que las entradas al blog que en aquel entonces era una pequeña inquietud de aprender algo en esto de la web 2.o, iban a llegar a ser tantas. Tampoco es lo mejor que me ha dado el blog. Lo mejor han sido ese par de docenas de nuevos conocidos cibernéticos que he podido hacer y, sobre todo esa media docena de amigos con los que mantengo relación, de cuando en vez, por correo. A algunos hasta los llegaré a saludar en persona.

También ha sido importante la posibilidad de expresión que me ha brindado el blog. Aquí han ido cayendo poemas, recetas de cocina y reflexiones, a lo largo de 42 meses y 203 entradas. En todas ellas, unas veces con más acierto y otras con menos ingenio, he tratado de dejar gotas de lo que pienso, de lo que soy y de lo que siento.

Para celebrarlo, lo normal es que escriba unas líneas y trate de acercaros una receta:
a quien sabe leer:


aprecio tu silencio mientras lees
tu sonrisa, si ha llegado la ocasión
de verte reflejado en algo
una punzada en el alma, si acaso
toqué una fibra dolorida
tu respuesta con o sin palabras
tu deseo, amargo o entusiasta
según haya llegado
mi poema a tu vivir.

aprecio tu curiosidad en la cocina
de ingredientes mágicos
de comensales compartiendo
alrededor de un plato y un vaso
que va rellenando tu imaginación
en un brindis en la lejanía
allá tú, en tu invierno austral
que deja paso a una ansiada primavera
acá yo, en mi otoño que trata de esconder
el verano recién acabado

aprecio el brindis del que está lejos
y de quien aquí, en la casa de al lado
brinda en silencio por la vida.
aprecio la ocasión que me das
de entrar en tu casa y, sin molestar
susurrarte una receta o un poema
y salir de nuevo, sin hacer ruido
para volver a mi silencio
dedicándote una sonrisa

A todos, cien mil gracias y un brindis con un buen vino. La receta llegará el fin de semana.