25 octubre 2007

gestos bellos


A menudo vemos en este mundo del blog gentes que se juntan para compartir unas cervezas y unas conversaciones, gentes que recibimos detalles, materiales o no, de otras gentes con las que nos relacionamos, momentos de apoyo o ánimo a situaciones que nos viven... (muchas gracias por los comentarios en la última entrada). Hace poco hacía un homenaje a estos amigos de lejos que tanto llenan en nuestras vidas: palabras y lágrimas de agradecimiento.

Quiero hoy lanzar un canto más por otra amiga que llena con un montón de bellos gestos muchos de nuestros blogs: la feri, Ferípula, de Buenos aires, Argentina. Ella, en su blog “de ferípula” nos vierte todo su mundo, sus ideas, sus manías, su costumbres... y en su blog “Recursos para tu blog” nos informa, nos orienta... En las visitas que nos hace nos deja humor, ironía fina y cariño por doquier. ¿Qué más podemos pedir?.
Sabedora ella de mi afición por los pins y por su tierra, Argentina, va y me manda un regalo con una bandera y un pin, amén de una carta que, por pudor, no reproduciré aquí, donde volvió a volcar emociones a raudales y humor a partes iguales. Desde aquí todo mi reconocimiento, por el detalle y lo que significa para mí; todo mi agradecimiento, por las emociones que hizo suscitar en mí; por las necesidades relacionales que ha cubierto con ese bello gesto: de saberme escuchado, de saberme querido, de crear impacto, de que el otro tome la iniciativa... Con un bello gesto cubrió un montón de lo que yo necesitaba. Un abrazo enorme, Feri.

Hoy no quiero que marchéis con hambre, vamos a hacer una tortilla campesina:

Ingredientes:
Huevos
Lo que haya por casa. (en este caso, bacon, pimientos del piquillo, calabacín, pimientos verdes y champiñones)
Aceite y sal.
Preparación:
Vamos rehogando los ingredientes en la sartén empezando por los más duros, pimiento verde, bacon y champiñones, añadimos los piquillos, el calabacín... lo que se tercie y dejamos que se haga bien. (Hasta una chorrotada de vino blanco le vendría bien).
Batimos los huevos y los mezclamos con los demás ingredientes. Damos la vuelta et voilà... c´est fait.
Presentamos y a comer.

Es una manera de no tirar esos pequeños trozos que nos sobran, esas cantidades mínimas que despreciamos para otras cosas.

Para acabar una amenaza y un verso: Ferípula, la de platos que vamos a cocinar cuando estemos en Buenos Aires.
El verso, que os acaricie el alma a todos y todas y Feri, que se lo imprima en la pared.:


Para la persona que vive, siente y transita tras el seudónimo "Ferípula".


Mensajera de emoción
quisiera que mi palabra
llegara,
limpia y suave,
hasta tu rincón,
iluminara tu cara,
recogiera en sus letras
la lágrima que se escapa,
suavemente, de tu alma
y volara emocionada
al lugar de donde partió.