16 mayo 2009

la hija de Astarté


Dedicado a todas las mujeres que conservan la genealogía de Astarté.

La hija de Astarté

A la hija de Astarté no le trató bien la vida. Se iba rompiendo en la lucha, en el crecer intenso del vivir, pero su madre le enseñó a coger sus trozos rotos y recomponerlos con un ungüento mágico que hacían los dioses a base de ternura, esperanza y unas gotas del licor de la compasión. Lo demás lo tenía la hija de Astarté, fuerza, tesón, constancia, levantarse una y otra vez…

El problema surgió cuando, como suele suceder al abandonar la infancia y volar libre, se rompió el frasco del ungüento y no quedó más.

Acudió donde su madre a por más y su madre le descubrió el secreto y la dura realidad: la ternura y las gotas de compasión las tendría que encontrar en los ojos de los demás, y la esperanza en el fondo de su corazón. Cuanto más encontrasen los demás en sus ojos, más encontraría en los ojos diferentes de las gentes. Cuanto más buscase en su interior, más abriría la puerta de la esperanza.

La hija de Astarté vive en el interior de muchas mujeres, de cada mujer que sabe lo valiosa que es solo por eso, por ser mujer. Y los hombres, algunos hombres que hemos aprendido a ver el brillo de la llama de la hija de Astarté detrás de los ojos de esas mujeres, apreciamos encontrar ternura y compasión, que a su vez ofrecemos en contrapartida, porque también las recibimos de Astarté, madre de todas la mujeres y los hombres salvajes que andamos sobre la tierra.

Firmado: un hijo, nieto… de Astarté

3 comentarios:

SAFIRO dijo...

Modes, es una alegrìa para mi encontrar tus letras nuevamente, siempre tan sensibles y valiosas.
Gracias.

Que pases un lindo fin de semana en familia.

Un abrazo

Mariaisabel dijo...

Modes, que alegr´ia, te echaba en falta!
Escribes unas cosas tan originales, que da gusto.
Buen post.
Agur, amigo,muxu

amelche dijo...

Bonita historia, no sabía que habías vuelto a escribir aquí. Me alegro.