28 junio 2009

palabras, necesarias




Hoy los hijos de Astarté se han juntado, han avanzado hacia el horizonte, han subido a una loma y se han sentado a ver el atardecer frente al futuro disfrazado de montes, sol y algunas nubes. Se han mirado a los ojos, con la profundidad de quien se conoce desde hace tiempo y han dejado que los labios conversen las emociones como solo ellos saben hacerlo, como solo ellos pueden hacerlo. En el aire se han quedado algunas gotas de ternura que con los últimos rayos del sol han formado un arco iris, un arco iris que reflejaba los colores de los ojos que entienden.


Cuando se han separado y cada uno han ido desgranando las piedras de su camino, las reflexiones han ido dibujando paisajes de pasado inquieto, de futuro más inquieto todavía y de presente que tiene más preguntas que respuestas. Las palabras han dejado paso a un silencio incómodo que marcaba surcos en la piel mientras caminaban cada uno hacia su casa, hacia su yo, mientras cada cual intentaba adivinar en sus pasos la impronta del aprendizaje de las palabras de la diosa Astarté.


Pero los caminos nunca están acabados antes de ser andados y la hija de Astarté ha dejado sus últimas palabras en el aire: “el futuro de cada palabra está en lo que sentimos hoy”. La sombra de las palabras está refrescando la inquietud interna mientras camina, pero el hijo de Astarté sigue con el cosquilleo en el estómago. Ha desgranado su inquietud y necesidad de expresar en versos impresos en la piel:


Más allá del lugar donde nacieron
más cerca del origen que tuvieron
mis palabras se tornan sonrisas
lágrimas tal vez, miradas
arropando lo que significan
vistiendo lo que quieren decir
son palabras


sin ellas
me siento desnudo
perdido y ahogado
por las emociones atorando la garganta
son palabras
son los colores de la paleta del pintor
las notas que tejen los cantantes
los pasos de la bailarina en el escenario
los gestos del mimo o el payaso
ambulante que no encuentra su sitio
los golpes del escultor a la antes fría piedra
las ideas del pensador filosofando
las manos y la mente del trabajador
los ojos y las manos del amante
son palabras, instrumentos
del artista en su vivir.


Fdo.: Un hijo de Astarté


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P.D. Ante algunas preguntas sobre quién es la hija de Astarté, he de decir que es una mujer, pero que no existe. Es la mezcla de cosas de cuatro mujeres maravillosas que me he ido encontrando por el camino. Un beso y mi agradecimiento a lo que aprendo junto a ellas.


La semana que viene prometo volver a la cocina, para el inicio del invierno en el sur y del verano acá, en el norte. Un abrazo

5 comentarios:

cieloazzul dijo...

Ay amigo volver a tus letras siempre es un agasajo...
besos muchos para ti y tu hermosa familia!

mangeles dijo...

Yo también creo que la "palabra", la "palabra leída", es lo que nos convierte realmente en seres especiales. Hay muchas formas de comunicarse, por sonidos, por miradas, por caricias, por ...pero la forma "de ser humano" ...es la palabra...y la palabra escrita y leída, no la hablada.

No sé explicarme mejor...lamentablemente no sé escribir....


Besos. Feliz semana Modes

Mariaisabel dijo...

Querido amigo, me alegro mucho que hayas vuelto a escribir.
Estos días ando mal de tiempo y casi no entro a ningún blog, disculpa que no haya puesto comentario antes.
Agur, amigo

Mariaisabel dijo...

Querido amigo, me alegro mucho que hayas vuelto a escribir.
Estos días ando mal de tiempo y casi no entro a ningún blog, disculpa que no haya puesto comentario antes.
Agur, amigo

mangeles dijo...

I reunión de poetas y escritores blogueros, en Madrid, en Septiembre. Ver el blog de Noray "desde mi Noray".

Buena semana Modes, un beso.