En esta época, en que estoy recibiendo tantas muestras de cariño y atenciones para preguntar qué tal y desear las mejores suertes, quiero recuperar un poema que escribí hace un tiempo a una amiga. Que lo disfrutéis como las r ecetas de cocina, degustándolo poco a poco en el paladar del alma.
Gracias
por devolverme agrandado
mi cariño y mi sentir
por entregarme cuidados
mis emociones, mis miedos
por ser espejo leal
de la amistad entre gente,
por compartir lo que siento.
Quiero mandarte mis pensamientos.
Que tu superficie acoja
mi vida sentida,
segmentada en mil imágenes,
mejorada en tu reflejo
de espejo elegante y fiel.
Que la imagen que me llegue
dulcifique lo vivido,
acune mi actual sentir
y llene de luz muy nueva
el futuro que me espera
detrás del bello cristal.
Gracias
por ser mi amiga.
que tus ojos, en la distancia,
me dediquen una sonrisa.
Modesto, octubre 2006
23 octubre 2006
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