04 diciembre 2006

mi hija Itziar

Quiero escribir unas líneas sobre la maravillosa hija que tengo estudiando en Barcelona. Estoy orgulloso de cómo ha ido organizando su vida, cómo ha ido desarrollando sus estudios y cómo nos hemos entendido desde la lejanía.
Hace mucho tiempo le escribí un poema que, pasados cinco años, sigue vigente y sigue siendo válido, por lo menos para mí.
TE QUIERO MUCHÍSIMO HIJA!
ALABA MAITEA, ZURETZAKO EGINDAKO OLERKIA:

ITZIAR

Despliegas tus alas ansiosas
hermosas viajeras para volar,
surcas los mares sin pensar
que hay más tiempo, más cosas.

Desde mis días de más, mi corazón
quisiera gritarte cuidado
quisiera aplacarte, animado
por el amor, el miedo, la desazón.

Pero la razón me pide, sin cesar
aceptar tu vivir explosivo,
esperar el volar decisivo
de tus alas para no regresar.

Acepta mi miedo protector
acoge mi amor,
respeta la protección
hasta que los cielos vean
cómo despliegas las alas
y vuelas entre las nubes
por encima del bosque,
cómo escapas hacia el futuro
azul entre blancas nubes.

Ojalá encuentres la paz
mientras vuelas y aceleras,
mientras despliegas las alas
en busca de libertad.

Modes. Febrero 2001.

Aunque han pasado cinco años, lo releo y sigo escuchando bien estas letras y la música que le acompaña en mis sentimientos.

Modesto, 4 de diciembre de 2006.

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