Ahora que la normalidad, aunque sólo sea horaria, ha vuelto a mi vida, recupero un poema que escribí hace tiempo contra la muerte y contra el olvido que puede hacer morir los recuerdos.
Ahora que la reciente muerte hace más presente la ausencia y duele más la pena de no poder llamar por teléfono, de no poder preguntar qué tal... retomo el poema y sigo pregonando al viento que nuestra única lucha contra la muerte es la memoria de los que se fueron.
MUERTE, MALDITA MUERTE
Mortal ladrona de futuro pleno
truncaste nuestro tiempo más querido
con un gesto cruel, negro y obsceno.
Rompiste el trato, quebraste el sentido
de los lazos que nos mantienen vivos
padres, hijos en crecer repetido .
Se agotaron los pasos entre olivos,
se acallaron los cantos en la sierra
y los ecos del pasado, furtivos.
Hoy que alimenta sin prisa la tierra
el inútil cuerpo inerte, cantaré
el alma que perdura, lo que encierra.
Contra ti mi única arma alzaré:
la memoria de los que ya murieron
el recuerdo de todo lo que dieron.
Sólo así, contra ti, muerte, venceré.
Espero que siempre, cada vez más tenues y suaves, los recuerdos no nos abandonen, que la memoria nos mantenga unidos.
Un abarzo, Modes.
31 enero 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario