Otra vez, como cada año, han vuelto y se han acabado las fiestas de Vitoria-Gasteiz, mi ciudad. Otra vez, como cada año, hemos vuelto a ver las muchas cosas que suceden en unas fiestas de seis días, del 4 al 9 de Agosto de cada año. Hemos visto cómo la gente, especialmente las cuadrillas de blusas (como están vestidos abajo mi hijo y mi sobrino), deja un ramo de flores a la Virgen Balnca, patrona de la ciudad. Hemos ido a dianas a oir cómo las bandas de música y los gaiteros van por las calles anunciando que es fiesta. Hemos quedado con primos y hermanos a celebrar la comida central de fiestas, a tomar unos pinchos y brindar con los amigos.
Hemos repetido, como cada año, gestos que llevamos haciendo desde que eramos niños, que aprendimos de nuestros mayores, porque nos llevaban de la mano y que estamos trasmitiendo a los que ahora nos toca llevar de la mano.
Son gestos que trasmiten formas de ver el mundo, de vivir la vida, aunque la cruda realidad se nos vaya a imponer en cuanto acaben las fiestas. No creo demasiado en las tradiciones inamovibles, ni en esquemas cuadriculados por donde deba pasar todo el mundo, pero me ha gustado contarle a mi hijo el sentido que tienen estas cosas para mí, acompañarle a los juegos, compartir con él un partido de pelota, explicarle por qué los mayores vamos a actos religiosos cuando el resto del año no lo hacemos, enseñarle dónde están los mejores pinchos... en el fondo era capaz de imaginar a mi hijo haciendo lo mismo con otro retoño nuevo... es la rueda del tiempo, es el imparable devenir que nos vive y, muchas veces, nos marea.
Pero también quiero dejar unas palabras para las miles de personas que no pueden, por circustancias físicas, salir estos días, como mi otra hija. A esas personas, y a todas las que les acompañan, un deseo para que el año que viene sí puedan salir y participar de esa rueda de tradiciones en la que me siento un engranaje más. Espero, dentro de un año y como cada año, escribir una reflexión diferente, más alegre y con más caras en las fotos.
Un abrazo mientras los cuerpos se reponen de tanto ajetreo y las almas recuperan la normalidad paulatina del día a día no festivo.
9 comentarios:
Modes, amigo deseo de todo corazón que el año que viene nos muestres más caras y sobre todo la alegría inunda tus textos.
Beñat, cómo ha crecido! Es todo un hombretón
Un abrazo muy fuerte para ti y los tuyos.
Nunca he estado en fiestas de "La Blanca". Este año me habría apetecido ir. A ver el próximo año.
Está bien el recuerdo a todos los que no pueden ir problemas físicos; y otros porque tenemos que atender a los que tienen los problemas físicos.
Qué guapo tu hijo de "blusa".
Urrengoarte
Nunca he estado en fiestas de "La Blanca". Este año me habría apetecido ir. A ver el próximo año.
Está bien el recuerdo a todos los que no pueden ir problemas físicos; y otros porque tenemos que atender a los que tienen los problemas físicos.
Qué guapo tu hijo de "blusa".
Urrengoarte
Joooo..unos de fiesta y yo aquí, con la cebolla ....ya te contaré como me queda...le he echado el azúcar y el wisky, y la estoy mimando a fuego lentito...ya te diré...besos
Modes, que hermoso está tu hijo!
La rueda de la vida, hoy te toca transmitir las tradiciones y mañana lo harán ellos.
Deseo amigo, que la Virgen Blanca los acompañe y que en la próxima fiesta veamos más caras en las fotografías.
Los abrazo fuerte!
Besos!
Amo esas fiestas que hablan de la identidad de un pueblo.
Las vivi en cada lugar de España, los admiro por eso.
Bella imagen, tu hijo un sol.
Un fuerte abrazo y buen comienzo de semana.
MaLena.
Tienes una ciudad estupenda e igual de estupendas me imagino serán sus tradiciones, al menos para tí lo han sido y así te ha gustado transmitirlo a tu hijo, en definitiva no es otra cosa que aquello que forma parte de nosotros. Seguramente éste año lo has vivido así... en años venideros podrás sentirlo de forma diferente....siempre será parte de tí y lo ofrecerás en cada momento a quien a tu lado esté....
Me gusta la gente sencilla que cuenta las cosas sencillas.
Un saludo. Marga.
Modes, recuerdo con mucho cariño unas Fiestas de la Virgen Blanca. Lo pasé de maravilla y por eso que no tenía a nadie conocido en Vitoria.
Los vascos sois una gente estupenda, y bueno ya sabes que os tengo un gran cariño.
Espero que tu hija el próximo año pueda disfrutar de la fiesta. Un beso para ella.
Ahhhhhhh, tu chico muy majo.
Un abrazo
Musu, besos y petons
Las fiestas autóctonas de un lugar son lo mejor, no solo porque se disfruta sea con los amigos o la familia sino también porque es un espacio cultural que permite conocer mucho mas de la historia y costumbres de esos mismos lugares.
Saludos
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