12 agosto 2009

Caminos por los que transito

Le brillaban los ojos, le dolían los brazos, pero la sonrisa llamaba más la atención que cualquier otro detalle de la escena.
Transitamos por muchos caminos. A veces son caminos áridos, secos, pero los viste de color verde al sonreir. A veces son caminos fáciles, llanos y aburridos, pero los viste de colores al mirarlos con otros ojos, al soñarlos como si fueran caminos a descubrir.
Hay caminos que transitan por la ternura, la belleza y el humor y, aunque el suelo sea a veces áspero y duro, el caminar se hace más fácil.
Estaba en una silla de ruedas, le costaba subir la pequeña cuesta que hay frente a nuestra casa. Al llegar arriba, ha sonreido iluminando toda la calle como si, de repente, hubiera empezado la fiesta.
A algunas personas les toca transitar caminos siempre cuesta arriba, siempre con alguna dificultad añadida. Cuando conoces a alguna de estas personas y, no en todos los casos, es verdad, descubres la sonrisa que le echan al camino para salir adelante, descubres a la vez la fuerza interior que tienen para iluminar por donde van caminando. Aprender de esas personas a iluminar los caminos, cuando se tornan oscuros y dificultosos, es otra de las maravillas que podemos aprender.
Un abrazo para todos ellos y que sigamos encontrando gente de la que aprender.
Le brillaban los ojos, le dolían los brazos, pero la sonrisa llamaba más la atención que cualquier otro detalle de la escena.

3 comentarios:

mangeles dijo...

¡Qúe genial y grande¡...sonriendo.
Me has hecho recordar hace ya...uf...16 años...mi amiga Maribel tubo una hija, la preciosa Blanca...y ¡¡¡juer lo que sufriamos para llevar el cochecito de bebé por las calles de Madrid¡¡¡...Maldecimos mil veces...era immposible, absolutamente imposible llevar el carricoche...¿como puede alguien llevar una silla de ruedas y con humor?...creo que ninguna de las dos lo olvidaremos jamás...las ciudades son un horrible impedimento para los bebes, los niños y los ancianos...pero para la gente incapacitada...son una barrera casi insalvable.++

Besos grandes...para gente grande

SAFIRO dijo...

Conocí una persona así, jugaba con su silla de ruedas y hasta le había puesto un nombre gracioso, a veces aliviaba sus brazos y yo lo llevaba, empujaba su silla mientras tratábamos de disfrutar el día.
Contagiaba con su alegría...a veces yo me preguntaba...¿Por qué no grita?...¿porqué no se enoja? Él nunca se enojaba.
Luego dejó la silla y vino la quimioterapia...se le caía el pelo, tenía 21 años...un día me dijo -Dejame ir solo, mamá, puedo viajar y allí en Oncología, mientras me pasan la quimio, con los otros "amigos" vemos el partido de la selección ¡Hoy juega Argentina!...
Pero Diego...le dije, la Quimio...
-Mami, "la Quimio es un caramelo de menta".-
y viajó sólo, el Hospital estaba a una hora de mi casa, me llamaba por el celular a cada rato para que yo estuviera tranquila.
¡Yo no estaba tranquila!...pero él peleaba a su modo y yo debía entender eso.
Mi hijo me enseñó muchas cosas, me cambió la vida...para bien. Tiene nuevamente su hermoso cabello, cumple 30 años el mes que viene, trabaja, estudia y tiene una novia hermosa...¡siempre es alegre!
Mi hijo me enseñó que era lo importante en la vida, aun aprendo de él.

Un abrazo fuerte, Modes

Lidia M. Domes dijo...

Hermosa escena, con la sonrisa iluminando todo!!!

Recién me doy cuenta cuánto hace que no te visitaba!!!

Abrazos, muchos, por el tiempo de ausencia...

Lidia