Un plato más y un relato

(ampliad la foto, casi se notan los olores)

Bacalao en salsa verde:

Ingredientes:
Bacalao (1 kilo en limpio para seis personas)
Harina, perejil, ajo, vino blanco, aceite.
Almejas.
La cabeza y espina del bacalao.

Preparación:

Por una parte ponemos a cocer agua con la cabeza y la espina del bacalao, con una cebolla, un trozo de zanahoria y un trozo de puerro.

En una cazuela de barro (o de metal) ponemos un poco de aceite y echamos la harina haciéndola bien hasta que se disuelva oscureciendo el aceite. Añadimos un chorretón de vino blanco y agua de la cocida con el pescado. También el perejil y el ajo muy troceado. Dejamos hervir hasta que la salsa vaya engordando.

Cuando la veamos gordita, colocamos las tajadas de pescado previamente saladas y dejamos que todo siga hirviendo unos cuatro minutos.

Por otro lado colocamos en un cazo agua con sal y las almejas para que se abran. Cuando estén abiertas, las añadimos a la cazuela. Dejamos que todo repose junto en el barro y lo calentamos unos tres minutos antes de servir. (hay que tener en cuenta que el barro sigue haciendo los alimentos aunque lo retiremos del fuego, el metal no).

Podemos cambiar el bacalao por merluza u otro pescado, el vino blanco por jugo de limón y... podemos jugar con nuestra imaginación.

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El relato:

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No quiero hacer el relato cronológico de un viaje que, por otra parte ha sido muy bueno. Quiero dejar el relato de las emociones que me han acompañado estos días.

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Por un lado siempre están las preocupaciones de que todo salga bien, de que se porten más o menos bien... por otro también aparecen los sentimientos de protección, de anticipar los peligros y los detalles, que normalmente no son todos reales... pero por otro está la constatación de que estamos educando a gente que nos mira, se refleja en lo que hacemos y disfruta con nosotros de... de los desayunos preparados entre todos en el albergue, de las cenas compartidas junto al río, de las actividades (descenso del río Sella, paseo por los lagos de Covadonga, cuevas...), del rato que pasamos en los autos de choque de Cangas en fiestas, de las hogueras de San Antonio, del pote asturiano, de los chistes malos del profesor, del autobús... de mil pequeños detalles que han hecho que la convivencia haya sido buena y el ambiente nos haya permitido disfrutar a todos.

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Las emociones surgen con más nitidez al repasar el viaje unos días después. Las caras de asombro ante la belleza de la naturaleza, ante el regalo del amigo invisible la última velada, ante la despedida de gente con la que han compartido trece de sus dieciséis años de vida. Miradas de gente que tiene todo por crecer, que tiene los caminos abiertos ante sus ojos jóvenes, que se equivoca y siempre tiene la oportunidad de rectificar... de alumnos y alumnas a las que quiero, a pesar de las veces que les he tenido que corregir... que apoyar y perdonar, y volver a corregir...

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Como dice la canción que tengo en la música, en catalán:

"Mai no és massa tard per tornar a començar

per sortir a buscar el teu tresor.

Camins, somnis i promeses

camins que ja són nous. "

"Nunca es demasiado tarde para volver a empezar

para salir a buscar tu tesoro

caminos, sueños y promesas

caminos que ya son nuevos."

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Vaya desde aquí mi deseo para todos estos alumnos-as que se van, mis mejores deseos para su futuro y para todos los que os dedicáis a educar, también. Un abrazo.